sábado, 29 de octubre de 2011

Chuquicamata en el Recuerdo y el Corazón

Son tantos los recuerdos que se me vienen a la memoria, que las ideas se pierden. Pero he aquí el inicio, la infancia se inicio en las casas de los quinientos, casas que estaban en lo que era el Campamento Americano, este estaba constituido por: los Trescientos , Cuatrocientos, Quinientos, Setecientos, los Duplex y las Casa de los Americanos.
Los quinientos estaba conformada por cuatro corridas de casa todas las corridas con baño común, el cual se encontraba en las esquina de cada corrida, el agua se sacaba de los resumideros que igualmente eran comunes para todos los habitantes de ese sector, estas casas colindaban con algunas áreas de trabajo. Como Maestranza Central, Calderería Central, Fundición de Fierro, Carrocería Central que es donde trabajaba mi padre al cual cruzando las rejas íbamos a dejarle el almuerzo todos los días, también estaba la Bodega General.
Nuestros días transcurrían jugando a la pelota en una cancha que construimos en un hoyo que había en el sector para esto nos ayudaron nuestros padres, subiendo por este hoyo al llegar arriba estaba el cuartel de investigaciones, al frente de este se encontraban las corridas de los setecientos, siguiendo hacia el americano los trescientos , los cuatrocientos, los dúplex, la comisaria de carabineros, el cuerpo de bomberos, para antes de llegar a pulpería uno estaba la embotelladora de refrescos, luego la pulpería uno, que a un costado de esta se encontraba la panadería en la cual fabricaban las mejores colisas y pan batido, el cual era vendido en cada una de las pulperías que tenia la compañía al frente de esta la lechera, siguiendo nuestro recorrido nos encontramos, con las casas de los gringos casas bastante bonitas, la recova donde solamente compraban los gringos, después encontramos en ese mismo sector la IBM, La imprenta del oasis, que era el semanario que repartían todos los días sábados.
Algunos datos importantes detrás de las casas de lo setecientos existían dos casas que con el tiempo les llamaron la casa en la pradera, ya que detrás de estas estaban las caballerizas de carabineros recorrido habitual para nuestras travesuras, cerca de estas dos casas pasaba la línea del tren que transportaba a los trabajadores que venían de la mina y de las otras áreas de trabajo, este tenía su primera estación frente a los quinientos y después seguía su recorrido hacia el campamento nuevo. Al frente de los quinientos quedaba el majestuoso hospital Roy H Glober, que como se cuenta fue el mejor de Sudamérica en su momento por su alta tecnología, paseo igualmente habitual para mi madre, mis hermanos y para mí era ir hacia unas animitas que
se encontraban detrás del hospital, las cuales tienen sus historias muy particulares que contaban los vecinos de los quinientos.
Subirse al tren era lo más espectacular que uno podía hacer en esos días de niñez ya que este nos llevaba hasta el americano y recorrer las corridas de las casas  de los gringos, en las corridas de los trescientos al frente de estas estaba el instituto Norteamérica que fue donde di mis primeros pasos como preescolar ya que tenía el Kindergarten donde asistíamos todos los niños del sector
Relatos de Pedro Malebran Mondaca Pintura:Manuel Pino Varas.-